sábado, 27 de marzo de 2010

Trámites burocráticos y RPG's

Planteemos dos situaciones a y b de forma paralela

a) El ministerio de cultura te llama por teléfono y te dice que debes ir al ministerio de hacienda para poder optar a la subvención que solicitaste meses atrás porque debe de haber algún problema fiscal en tu expediente.

b) Ka'rnahg soberano del reino de los bosques del sur envía un mensajero a tu puerta para pedirte que vayas al palacio de su hermano y averigües por qué hace meses que no contesta a sus cartas.

a) Intentas ponerte en contacto con el ministerio de hacienda por teléfono para ver qué ocurre, nadie contesta, pierdes el saldo de tu móvil.

b) Intentas comprar avituallamiento para el largo viaje que hay hasta el palacio de Jugrr Kohn, hermano de Ka'rnahg, soberano del reino de los bosques del sur. El mercader te estafa y acabas con 20 monedas de oro menos y varios kilos de carne podrida más.

a) Vas al ministerio de hacienda. Después de visitar todas sus secciones y subsecciones, en las que nadie parece saber muy bien qué está haciendo allí y mucho menos qué hace la gente que está a su alrededor, descubres que en el 2008 deberías haber hecho la declaración de la renta. Como por supuesto tu domicilio fiscal no está en la ciudad en la que te encuentras no puedes hacer la declaración en ese momento. Preguntas si se puede hacer la declaración por internet y resulta que en hacienda, en el puto ministerio de hacienda de Madrid, en su sede central, no saben si se puede hacer la declaración por internet. Bravo.

b) Llegas al palacio de Jugrr Kohn y después de interrogar a varios de sus lacayos sin demasiado éxito consigues que su ayudante de cámara te cuente, por medio de un cuantioso soborno, que su amo partió hace semanas hacia el este. Tras un segundo soborno obtienes la carta que Jugrr Kohn dejó en su despedida: Un criptograma ininteligible.

a) Te enfrentas al programa Padre 2008. Rellenas aleatoriamente una serie interminable de inexplicables casillas que incluyen categorías profesionales como "Charlatán" o "Acróbata". Sorprendentemente, después de leer toda la lista de profesiones, charlatán es la que más se adecúa a tu profesión real. Tras una batalla informática de proporciones cibernéticas consigues que firefox acepte tu certificado electrónico y logras enviar tu declaración de la renta a hacienda.


b) Acudes al monasterio de Ho en las Montañas de la Desesperación, allí pides audiencia con el monje Kop, experto en lenguas muertas y criptología arcana. Te dice que él sabe cómo descifrar la carta de Jugrr Kohn pero te pide que a cambio le hagas un favor, a él y a todo el monasterio. Reclama tus servicios para acabar con la plaga de bestias del pantano que amenazan su territorio desde hace meses. Tras una batalla a espada de proporciones épicas consigues derrotar a las bestias del pantano y el monje Kop descifra la carta de Jugrr Kohn.

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Como creo que veis por dónde va el asunto interrumpiré el desarrollo de ambas historias a esta altura. ¿Por qué la historia a nos llena de aburrimiento y desesperación y mataríamos a nuestra familia con tal de librarnos de ella mientras que dejaríamos de comer para vivir las aventuras de la historia b cuando son prácticamente iguales? ¿Cuáles son las diferencias entre un trámite burocrático y una aventura de rol? Al fin y al cabo ambas consisten en llevar objetos de un sitio a otro, hablar con gente y llevar más cosas de un sitio a otro. ¿O no?

¿Cuáles son esas sutiles diferencias que constituyen esa GRAN diferencia? Analizemoslo.

1) Los nombres. No es lo mismo que te digan que tienes que ir a la ventanilla de certificados de la primera planta que si lo llaman Sima glacial de la desolación eterna.
Igualmente no es lo mismo que te pidan Un formulario 01 para obtener la licencia de tipo C que si te piden La espada flamígera matatrolls para poder entrar en la gruta del destino aciago.
Normalmente se subestima la importancia de un buen nombre.


También barajaron otras opciones como "Cubo de mierda" o "Vomitorium"

2) Los encuentros. De todos es sabido que la salsa de todo RPG son los encuentros. Esos imprevisibles enfrentamientos en lo más oscuro del bosque, esas discusiones acerca de quién se queda haciendo guardia, ese compañero que se duerme facilitando una emboscada de goblins que acaba llevando la aventura a lugares insospechados para desesperación del máster. Generalmente durante los trámites burocráticos no suceden esas cosas, las probabilidades de que el mendigo que te cruces por la calle sea THE KING IN DISGUISE!!! son considerablemente limitadas y darle una moneda al tullido de turno será tan inútil como un culo en el codo.

Los concursos de oposiciones son mucho más justos en el Talismán


3) La experiencia. Por muchas cosas inútiles que aprendas haciendo la declaración de la renta no te dan ningún papel que lo acredite. No te dan un certificado que diga "your fiscal level has now increased to 55". En los juegos de rol está es otra de las claves, la posibilidad de mejorar tu personaje por encima de cualquier nivel de utilidad. Lo mejoras solamente por mejorarlo, por ver cómo el número que representa tu experiencia sigue creciendo. Como cuando le dabas al 1+1 en la calculadora y luego le dabas a igual hasta el infinito para ver cómo se hacía más grande el número.

Aquí la administración tiene todo un filón a explotar. Imaginaos a la gente loca por conseguir certificado tras certificado, licencia tras licencia sólo para ver cómo sube su Citizen Level. Un Citizen Level que no serviría de nada absolutamente ¿pero si la gente juega al Aquarium del facebook por qué no iba a funcionar esto?

Desde El Rincón del Simiópata animamos a la administración pública a acometer una reforma en profundidad para amenizar de algún modo esos aburridos trámites. Sólo con incluir algunos elementos roleros la actual pesadilla burocrática puede llegar a convertirse en una aventura llena de emocióóóón-dónde hay-escondidó-un tesoro-en-él. Sólo con soltar a unos cuantos bandidos, ratas infectas y goblins por nuestras calles, con instaurar el Citizen Level y con cambiarle los nombres aburridos a los trámites por nombres llenos de fantástica idiotez conseguiremos amenizar EL HORROR.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Técnicas comerciales avanzadas.

Hace meses vino un comercial a casa con un maletín a promocionar una compañía de ADSL. Mientras intentábamos cerrarle la puerta en la cara el vendedor resentido por nuestra negativa utilizó la táctica comercial definitiva:

Sosteniendo su maletín en alto y dando palmadas en uno de sus costados como si su interior contuviera EL INTERNET entero dijo: Ustedes se lo pierden.

Esa frase resuena desde hace meses en mi cabeza como resonaba en la cabeza del protagonista de The Tell-Tale heart el latido del corazón de su víctima. ¿Qué maravillas cibernéticas me estaré perdiendo por haber rechazado los manjares telemáticos que me ofrecía ese extraño? ¿Qué nuevas cotas de ultravelocidad baudiana habré dejado de lado?. Aún escucho los ecos de las palmadas que significativamente dio contra su maletín, aún recuerdo su sonrisa, su sonrisa malévola pues él sabía perfectamente a la tortura a la que me estaba condenando.

Lo cierto es que inmediatamente después de cerrar la puerta aún con el "ustedes se lo pierden" en el aire tuve la tentación de ir tras él y aceptar su oferta incondicionalmente. Pero me pudo la razón.

Afortunadamente la razón ya no es un escollo para mí. Afortunadamente la razón ya no controla mis actos despóticamente como antaño. Afortunadamente ahora soy libre, libre para recorrer todas los departamentos comerciales de todas las compañías telefónicas del país en busca de ese comercial. En busca de ese maletín. Porque yo no quiero perdérmelo, sea lo que sea, no quiero perdérmelo.

¿Quieres perdértelo tú?